El pasado 22 de septiembre de 2022 conocíamos los documentos de renuncia de las quince jugadoras que decían ‘no’ a su convocatoria con la Selección española femenina. En ellos se comunicaba a la Federación que, si Jorge Vilda seguía al mando de la selección absoluta, ellas no acudirían a la concentraciones con el combinado nacional.
Todo apuntaba a que la unión de las jugadoras podría cambiar la gestión de Luis Rubiales, presidente de la federación, pero algo salió mal. Ciertas jugadoras del Real Madrid decidieron, en última instancia, echarse atrás y no firmar tras la advertencia de su club. Aquí comenzó una guerra entre ellas. Una guerra que ha tenido consecuencias como malos gestos en los encuentros o si quiera darse la mano después de un partido, como Aitana Bonmatí y Misa Rodríguez.
La Selección española femenina las necesita
Tras la marcha de las quince, la selección ha terminado, hasta el momento, con 5 victorias, un empate y una derrota, ya sean amistosos o partidos oficiales. Pese a que los resultados no sean malos, las victorias se han resuelto en el mayor de los casos por la mínima. Algo que echa de menos el combinado español es el gol. Hace falta un centro del campo que combine y cree juego, pero sobre todo, una delantera resolutiva, que tenga el gol entre ceja y ceja.
Se ha conocido en estos últimos días que desde la Federación ya se han puesto en contacto con ‘las quince’ para una posible vuelta a la Selección española. Las conversaciones apuntan a que podría darse una situación que favorezca a las jugadoras, pero todavía no se conocen en profundidad. Pues, tanto desde la directiva como por parte de las futbolistas se ha preferido mantener en privado y no reconocer que está habiendo un posible pacto de regreso.
Con el Mundial a la vuelta de la esquina, las presiones cada vez son mayores para Rubiales, pero tanto el como ellas saben que todavía queda mucho camino que recorrer.