El fútbol femenino puede ser algo más que un deporte. Puede servir como herramienta pedagógica y como instrumento de transformación social. Brittany Gropp tuvo un sueño y decidió perseguirlo. Emprender esa aventura le hizo recibir hace unos meses el premio de la Federación Andaluza de Mujeres Empresarias (FAME) al mejor proyecto emprendedor.
Brittany Gropp, procedente de Virginia (Estados Unidos), hizo de Sevilla su hogar y vislumbró su meta cuando se percató de las barreras sociales que tenían las niñas para jugar al fútbol. Pretende que las niñas tengan el mismo derecho que los niños a jugar al fútbol, a recibir una educación y a desarrollarse profesionalmente. Además, aprovecha su formación y experiencia en “Partnerships”, Desarrollo de Negocio y Comunicación para conectar con personas y organizaciones a fin de establecer colaboraciones que generen cambios positivos.
Hablamos de FutboLISTAS, la escuela sevillana que enseña inglés y valores de vida a niñas a través del fútbol femenino. En otras palabras, empoderar a las niñas mediante el fútbol. Pero, ¿quién es Brittany Gropp? ¿Qué le llevó a construir este proyecto? Futbolísticas hemos tenido la oportunidad de entrevistar a la fundadora de FutboLISTAS.
Futbolísticas: ¿Cuándo se diría que se despertó la pasión en Brittany por el fútbol?
Brittany Group: Empecé a jugar porque quería ser igual que mi vecina Jenifer. Ella tenía cinco años más que yo y jugaba siempre al lado de mi casa. Me acuerdo que jugaba con ella cuando yo tenía tres o cuatro años. Justo antes de cumplir cinco años ya pude inscribirme en un equipo de fútbol. Más o menos, toda mi memoria tiene memoria de fútbol. Empezó muy temprano.
F: Esa vecina suya fue uno de tus primeros referentes…
BG: Totalmente. Hay que decir también que los Estados Unidos tuvieron una de las primeras selecciones femeninas, ganaron en el 91. Yo tenía un año por lo que en ese momento no era consciente. Pero desde entonces en los juegos olímpicos siempre tuvimos equipos jugando. Por tanto, no solo tenía a mi vecina, tenía también mujeres profesionales jugando en la televisión. No con tanta prensa como los hombres pero había formas de leer, escuchar entrevistas sobre ellas… Entonces, Jenifer fue mi primera referente de fútbol femenino pero además fui muy afortunada de tener más referentes femeninas en el fútbol profesional desde siempre.
F: Si hubieras nacido en España, ¿piensa que hubiera tenido más dificultades?
BG: Es posible. Crecemos en una parte del mundo y pensamos que todo el mundo es así porque es el único mundo que conocemos. Yo estudié en Málaga un verano en 2010, coincidiendo con el Mundial que ganó la selección española masculina. Fue la primera vez que estuve usando mi pasaporte y tuve la oportunidad de celebrar ese mundial. Pero me acuerdo hablando con gente que les decía “sí sí, yo soy muy futbolista” y ellos me decían “¿pero qué dices? ¿Tú, fútbol? ¿Quieres decir fútbol americano no?” y yo “no, no” (risas). Y ellos “ah, qué raro”. Ahí empezaron todas las conversaciones que he tenido sobre el fútbol femenino y que en España no se ve tan normal como en mi país.
También, antes de vivir en Sevilla, estuve un tiempo en Madrid. En 2014/2015 fui profesora de inglés. Intenté buscar un equipo mixto o femenino de fútbol para jugar y la verdad es que fue el único año de mi vida en el que no jugué al fútbol. La gente se reía de mí cuando preguntaba por equipos mixtos. Me decían “aquí no hacemos eso” y yo “¿por qué?”. Me contestaban que los hombres jugaban de verdad y que las mujeres no y yo les decía “¿perdona? Yo he jugado con hombres durante muchos años de mi vida sin problemas”.
Más tarde, entre mi tiempo entre Madrid y Sevilla, volví a Estados Unidos un año y recuerdo que pensaba que “a lo mejor no he conocido la gente correcta para enseñarme el fútbol femenino”. Pero vi justo un mes después un documental sobre Vero Boquete y me quedé flipada. Vero tiene tres años más que yo y el documental me explicó lo difícil que es la experiencia para las mujeres en el fútbol en España.
Me decían “aquí no hacemos eso” y yo “¿por qué?”. Me contestaban que los hombres jugaban de verdad y que las mujeres no y yo les decía “¿perdona? Yo he jugado con hombres durante muchos años de mi vida sin problemas”
F: Entonces, considera que es más difícil para las chicas ser futbolistas en Sevilla que en Virginia
BG: Sí, de hecho, no puedo explicar las opciones de cualquier niña de jugar al fútbol. Que aunque ahora es más accesible que antes, pero no está tan normalizado como en mi país. Entonces sí, hay muchas más opciones en Virginia y es más difícil en Sevilla por la aceptación de la gente.
F: Lo que quiere decir es que, aunque una niña diga “quiero jugar al fútbol” y haya opciones de acceso, después hay un estereotipo, una barrera en la que socialmente no esté aun totalmente aceptado.
BG: Sí, vamos. Hay muchos padres, gente de la comunidad en Sevilla, que me han dicho “¿pero por qué el fútbol?” y yo “¿por qué no?” ¿Sabes? Por eso yo estoy intentando ayudar a normalizar que las niñas jueguen al fútbol. Porque ellas pueden exactamente igual que los niños pero también deberían. Y esto puede ser para cualquier deporte, pero obviamente yo estoy más enfocada en el fútbol femenino. Se aprenden un montón de cosas que no tienen nada que ver con ser futbolista profesional.
F: ¿Qué le hizo venir a España?
BG: Pues, vine por primera vez para estudiar castellano en la universidad. Crecí en una zona donde hay mucha diversidad, con muchos latinos que hablan español y fue algo “extra” que estudié en la universidad, aunque mi carrera fue en comunicación porque quería ser periodista deportivo en la televisión. En España podía cursar créditos que me servía en mi universidad de EEUU. Pero sobre todo, vine porque quería probar fuera de mi país. Fue una de las decisiones y de las experiencias más importantes de mi vida.
F: ¿Cómo surge la idea del proyecto FutboLISTAS?
BG: Originalmente, cuando vi el documental sobre Ver Boquete en 2015, todavía no sabía si iba a volver a España. Yo quería estar allí pero por motivos profesionales estaba en Washington en un trabajo que me encantaba. En ese momento tuve que reflexionar y decidir entre dónde quiero vivir y qué quiero hacer profesionalmente. Sin embargo, tenía seguro que “si algún día tengo la suerte de volver a España quiero intentar hacer algo para dar más oportunidades y referentes a las niñas, para enseñarles que es normal que jueguen al fútbol, que pueden y que van a disfrutar”.
«si algún día tengo la suerte de volver a España quiero intentar hacer algo para dar más oportunidades y referentes a las niñas, para enseñarles que es normal que jueguen al fútbol»
Un año después, me mudé a Sevilla y empecé a desarrollar la idea un poquito, aun sin nombre. Pero yo quería “mi ONG para el fútbol femenino”. Hice muchas investigaciones durante seis meses porque como extranjera yo quería respetar la cultura y la idiosincrasia de la zona.
Luego ascendí en el trabajo de mis sueños y pude conocer a un montón de gente de todo el mundo que son “changemaker”; es decir, gente que ven un problema en su sociedad que puede ser tan simple como “niñas necesitan tener más acceso para jugar al fútbol” hasta tan complejo como “las niñas deberían tener el derecho de ir a un colegio”. Problemas grandes pero gente joven intentando cambiar la situación y hacer planes de impacto. Con ellos hablé sobre sus experiencias, sobre cómo empezaron, sobre modelos de negocio relacionados con social-enterprise. Ahí aprendí mucho y me ayudó a desarrollar la idea de FutboLISTAS cada vez más.
Pero la decisión la tomé al 100% cuando hice el camino de Santiago en agosto de 2018 con tres amigas. Fue una experiencia totalmente increíble y, hablando con todo el mundo durante el camino, llegué a Santiago y le dije a mis amigas: “mira, yo voy a quedarme en Sevilla y voy a intentar desarrollar ese proyecto que llevo años soñando, a ver qué pasa”. Hablé con el tío que ahora es mi socio, que tiene mucha experiencia en el mundo de “Start Up” y que conoce obviamente todo en España mucho mejor, temas fiscales y legales, etc. Decidimos crearlo como una empresa, no como una ONG, para hacerlo más sostenible. Desde enero de 2019 más o menos… llevamos dos años desarrollándolo e intentando hacerlo lo mejor que podemos.
F: Entonces la base del proyecto es muy transformadora, generar un cambio en la sociedad pero sin ser una ONG. Siendo una empresa de carácter social…
BG: Es muy importante. Cuando pensamos en organizaciones que ayudan y que cambian el mundo, históricamente pensamos en el modelo de ONG. Pero ahora hay mucha gente joven pensando en el impacto y en el cambio en medioambiente, igualdad, etc., creo que también hay más motivos de participar con programas sostenibles que también tienen una misión, hasta corporaciones que tiene secciones dedicada a una responsabilidad social. En definitiva, para mí fue muy importante hacerlo como una empresa porque allí tiene mucho más control de la sostenibilidad, no está siempre esperando dinero de otra persona y hay tantas familias pagando por tener a sus niños jugando al fútbol en Sevilla, por qué no también para que las niñas jueguen fútbol femenino.
Con las familias que pueden pagar ya tenemos un modelo sostenible y también recursos para llevarlos a barrios con menos recursos y poderlo hacer de forma gratuita. La idea es coger lo mejor de la empresa y lo mejor de la ONG, mezclar los dos mundos. Pero lo importante es que sea sostenible y esté orientado al impacto social y a mejorar vidas.
F: Sé que has recibido el premio de la FAME con este proyecto, por lo que aprovecho para felicitarte.
BG: Muchas gracias.
F: Ahora vamos a centrarnos en lo que es FutboLISTAS. En la web se puede leer perfectamente los objetivos del proyecto, pero no es lo mismo leerlo a que lo cuente su creadora.
BG: Enseñamos inglés y valores de vida a través del fútbol y charlas con mujeres profesionales. Estamos creando espacio para las niñas donde participan mujeres. No es el típico equipo femenino con técnico masculino. Tenemos muchas mujeres aunque nos encanta también que colaboren hombres que apoyan al fútbol femenino… pero es importante ver mujeres desarrollando y participando en el proyecto. Nuestras mentoras que vienen a charlar con las niñas también son mujeres y sirven para explicarnos a las niñas y a la comunidad que hay que empezar a mirar al fútbol como mucho más que un deporte.
Nuestro hastag es “más que deportistas” porque al final del día no estamos enseñando a nuestras niñas a jugar el mejor fútbol ni estamos enfocados en cosas técnicas: estamos haciendo ejercicio, disfrutando del juego… pero más enfocado en cómo pueden usar lo que están aprendiendo fuera del campo. Porque hay miles de estudios y de ejemplos de maneras de usar el trabajo en equipo, la comunicación, la perseverancia… hay muchas cosas que estamos repasando en el campo que es importantísimo para el fútbol, pero que también se puede aplicar para cualquier carrera profesional.
Entonces los objetivos profesionales son esos: un espacio creado para niñas por mujeres para mostrar a todo el mundo que el fútbol también es femenino y es muchísimo más que un deporte. El ambiente de los entrenamientos es mágico. Lamentablemente en este momento no se están produciendo, si no, te habría invitado a visitarlo.
hay muchas cosas que estamos repasando en el campo que es importantísimo para el fútbol, pero que también se puede aplicar para cualquier carrera profesional
F: Muchas gracias, cuando la escuela pueda volver a echar a rodar me encantará estar allí. Una de las cosas que más me llaman la atención del proyecto es que se usa el deporte como medio para empoderar a las niñas. Quién sabe si algún día alguna niña de las que pase por ahí acabe siendo una Alicia Fuentes o una Brittany.
BG: (Risas) Bueno, poner mi nombre al lado de ella es un poco fuerte, pero sí, la realidad es que nunca vamos a decir que las niñas serán futbolistas profesionales. Hemos tenido la suerte de contar con alguna jugadora de fútbol femenino, del Sevilla FC, para charlar con ellas… es una de las opciones que damos pero no es el objetivo. Incluso voy a estar más orgullosa si tenemos una niña que llegue a ser astronauta, arquitecta o profesora. El que ellas puedan decir en el futuro cómo el fútbol les ayudó a llegar allí para mi es más fuerte que decir que jugando al fútbol me ha ayudado a ser futbolista.
hay niñas que sí podrían llegar a ser futbolistas profesionales, pero el objetivo de la escuela es ayudarles a su empoderamiento
En el grupo tenemos niñas con habilidades muy básicas de fútbol, incluso algunas que nunca han jugado y llegan por primera vez, con miedo o nerviosa; y niñas que juegan muy bien, con más años, con habilidades que destacan para la edad que tienen. Es decir, hay niñas que sí podrían llegar a ser futbolistas profesionales pero el objetivo de la escuela es ayudarles a su empoderamiento. En la escuela hay momentos en los que van a liderar las que juegan mejor cuando se está trabajando algo técnico, pero también hay momentos donde las niñas que no son las mejores jugando al fútbol son las que lideran y ayudan a las otras porque trabajamos actividades que tienen que ver con el inglés por ejemplo.
Es decir, todo el mundo es importante e igual en nuestro programa. Hay espacio para cualquier niña con cualquier habilidad. Todas las niñas tienen sitio en FutboLISTAS.
F: Maravilloso, destaco especialmente el valor educativo que tiene el proyecto… ¿Cómo ha afectado la pandemia?
BG: Han sido catorce meses muy difíciles. Al principio tuvimos que interrumpir la segunda temporada de FutboLISTAS. Es decir, hicimos un mini piloto en el otoño de 2019 y a lo que llamamos nuestra segunda temporada fue otra mini temporada antes de primavera. Hicimos cinco de las diez semanas antes del COVID y ya nada. Después me pasé literalmente todo el año peleando conmigo misma, “¿volvemos o no?”. Porque si es una cuestión de si podemos físicamente hacerlo hay manera de hacer algo mediante un protocolo.
Sin embargo, creo que volver por volver… no sé, nos asusta hacer daño a la marca. Porque volver y tener a mis niñas separadas, sin poder compartir el balón, implica una dificultad técnica; mis entrenadoras que hacen el entrenamiento en inglés, con mascarillas, implica una dificultad en el aprendizaje del idioma, etc.; así que decidí trabajar fuera del campo para volver con un plan que 100% se ajuste a cualquier situación y tener el programa garantizado durante todo el curso 2021/2022.
Ha sido una decisión pensando en la sostenibilidad de la empresa y el conocimiento de la marca porque la última cosa que quería sería una niña probando el fútbol por primera vez y que el programa no sea el de verdad. Si no podemos chocar la mano, dar un abrazo después de un gol, ese no es el ambiente de futboLISTAS, no es lo que lo hace ser tan especial.
F: Entiendo, conozco la situación en el ámbito escolar y valoro muy positivamente la decisión de aplazar el proyecto hasta que se pueda garantizar su desarrollo. Desde mi punto de vista, una decisión acertada…
BG: Pues la verdad es que, cuando digo que llevo mucho tiempo peleando con mi misma, comentarios como ese me halaga… significa mucho. Ha sido un año muy difícil. Todos los días diciendo “uff, pero si mis niñas están deseando volver”. Al menos lo que sí hemos hecho ha sido compartir unas actividades virtuales que prácticamente es lo que habríamos hecho de forma presencial.
F: Cuando ya pueda ponerse en marcha, ¿qué perfil de niñas busca futboLISTAS?
BG: Cualquier niña entre cinco y doce años que quiera jugar y punto. No hace falta un mínimo de inglés ni de fútbol. Lo que sí vamos a hacer ahora diferente respecto a las anteriores experiencias, además de ser un motivo por el que he decidido aplazar y planificarlo mejor, es separar un poquito más las edades. Queremos desarrollar un plan pedagógico más dirigido a las etapas vitales, porque obviamente una niña de cinco años tiene habilidades diferentes a las de una niña de diez. En este tiempo de pausa hemos desarrollado mejor el método pedagógico y hemos podido colaborar con muchas organizaciones increíbles.
En primer lugar, una colaboración este verano que estamos haciendo con una organización en Estados Unidos llamada “Women in Soccer”. Segundo, una colaboración con otra que se llama “We Coach” que se dedican a definir muy bien los métodos de programas que usan el deporte para promover cambios. Y una tercera llamada “Coaches Across Continents”, que nos están ayudando en desarrollar por edades y con objetivos concretos un plan más desarrollado de cómo podemos medir el impacto que queremos tener y que tengamos al final.
En definitiva, ha sido un año en el que dentro del campo no hemos nada, pero fuera muchísimo: desde el premio de la FAME, muchas entrevistas que nos han hecho, colaboraciones como las tres que he comentado… Hecho un trabajo que nos ha puesto en una posición más fuerte que nos permitirá tener más impacto, muchas más niñas participando, con más confianza… y vamos a medir para asegurarnos del impacto que al final en una empresa social es igual, si no más importante, que los ingresos. Yo estoy muy orgullosa de cómo vamos a volver después de este año.
En este tiempo de pausa hemos desarrollado mejor el método pedagógico y hemos podido colaborar con muchas organizaciones increíbles
F: Os deseo lo mejor porque además de ver que es un proyecto precioso lo veo muy necesario. Si alguna chica o la familia de alguna niña que quiere jugar al fútbol nos está leyendo, se puede preguntar qué tiene que hacer para inscribirse en la escuela…
BG: Sí bueno, para empezar pueden hacer las actividades virtuales en nuestro Instagram y en todas las redes sociales de futbolistassevilla, en Twitter creo que @futboLISTASsvq. En la web pueden entrar y ver el email y el formulario de contacto y siempre estamos respondiendo. Además, la sección de prensa tenemos publicados vídeos y artículos de otras entrevistas que nos han hecho donde hablamos del proyecto, del emprendimiento femenino, del fútbol femenino… Estamos abiertos a que todo el mundo conozca FutboLISTAS.
F: Pues muchas gracias por la entrevista, encantado de conocerte y estoy deseando conocer la escuela en persona.