El camino hacia la firma del segundo convenio de la historia del fútbol femenino español ya ha comenzado. La Liga Profesional de Fútbol Femenino (LPFF) y los sindicatos elegidos por las futbolistas ya han empezado a negociar las nuevas condiciones para las jugadoras.
Doce personas de cinco sindicatos diferentes están sentados en la mesa de conversaciones: seis de FUTPRO, cuatro de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y uno de Futbolistas ON, de la Unión General de Trabajadores (UGT) y de Comisiones Obreras (CCOO).
Hasta que no haya un nuevo acuerdo está en vigor el primer convenio del fútbol femenino. Para llegar a firmar, el diecinueve de febrero de dos mil veinte, las jugadoras tuvieron que acudir a huelga y las reuniones se extendieron durante más de dieciocho meses. Un escenario que todas las partes implicadas esperan no repetir. Su validez expiró el pasado treinta de junio de dos mil veintidós.
La situación se ha acelerado aún más por la mejora de las condiciones de las colegiadas de la Liga F, con motivo de la profesionalización tanto del campeonato como del estamento. Después de reuniones muy tensas, que obligaron a aplazar la primera jornada, terminaron aceptando un acuerdo de veinticinco mil euros de anuales (1.666 euros por encuentro).
Los puntos que buscan mejorar las jugadoras del fútbol femenino
Dentro de la negociación, son varios los temas que centran la atención en las conversaciones. El primero de ellos es el salario mínimo, actualmente de dieciséis mil euros con un 75% de parcialidad o doce mil euros a tiempo parcial. Unas cantidades muy inferiores a las logradas por el cuerpo arbitral.
«Tenemos ligas que están trabajando muy bien y las españolas se están marchando por mejores salarios. Quieren progresar y tienen la oportunidad de ganar más dinero. Por eso un buen convenio que elimine la parcialidad y los salarios insultantes es esencial», manifestó Amanda Gutiérrez, presidenta de FUTPRO en una entrevista.
El foco también está sobre otras cuestiones muy importantes como la maternidad y la conciliación familiar, los riesgos laborales, la salud mental, las cláusulas de compensación o los derechos de imagen.