La 38ª edición de la Copa de la Reina ya tiene ganador. El Estadio de La Rosaleda de Málaga fue testigo de la gran final entre el FC Barcelona y la EDF Logroño, que finalmente ganó por 3-0 el equipo culé. Durante la semana se había hablado bastante de las armas que el conjunto riojano podía emplear para tratar de dar la sorpresa, ejerciendo de David ante el colosal Goliat blaugrana. Uno de los grandes encantos del fútbol es que el grande nunca puede estar seguro de que el pequeño no se le subirá a las barbas. Esta vez, sin embargo, prevaleció la lógica. Aun así, la EDF Logroño dio la cara y la victoria no fue ningún paseo para el Barça. Por desgracia, los aficionados no pudieron verlo desde las gradas, ya que el partido se disputó a puerta cerrada.
Goles psicológicos
Javier Moncayo sorprendió con su once inicial. Poner las cosas fáciles no entraba en su cabeza y empezó por intentar descolocar al Barcelona haciendo cinco cambios con respecto a sus alineaciones habituales. Por lo demás, el guion fue el esperado, en lo que a planteamiento se refiere. La EDF Logroño es un equipo poderoso físicamente y defiende muy bien. Las riojanas juntaron líneas atrás, cedieron la pelota y defendieron con nueve jugadoras. Jade se empleó a fondo como única referencia ofensiva, pero hasta ella acabó echando una mano en defensa. Seguramente, Lluis Cortés ya se esperaba ese plan y tenía preparada su respuesta. La misma se basó en tener mucha paciencia, mover el balón y buscar las bandas. Martens por la izquierda y Hansen por la derecha, con el apoyo de las laterales, buscaron por los costados la vía de entrada al área, una y otra vez. También a balón parado las culés buscaron sus opciones. Gracias a esto, el Barça tuvo algunas ocasiones, pero nunca jugó con soltura. Por ello, pareció que iba a ocurrir lo impensable. En efecto, esta temporada, en todos los partidos que han disputado, tanto en liga como en copa, las blaugranas se han ido al descanso por delante. Sin embargo, en el minuto cuarenta el luminoso todavía marcaba 0-0. A pesar de eso, en ese momento, de la manera menos brillante el Barça desatascó el choque, gracias a un riguroso penalti pitado por la colegiada, que Alexia se encargó de transformar. Aún estaba el Logroño lamentándose, cuando Aitana hizo fácil lo que hasta entonces había parecido imposible, y marcó el segundo. Realmente, ahí acabó el partido.


Monólogo azulgrana
Tras el descanso, la consigna de Javier Moncayo siguió siendo la misma. El entrenador se desgañitó pidiendo orden a las suyas. Los apoyos y las ayudas habían sido esenciales en el buen hacer defensivo de la EDF Logroño en la primera mitad y el plan no se alteró en la reanudación. La estrategia riojana había fallado, pero nada cambió… o sí. Las jugadoras de la EDF ya no estaban tan frescas, ni física ni mentalmente. Durante quince minutos, el Barça cercó el área de Tajonar, que se tuvo que emplear a fondo. También lo había hecho en la primera parte, pero en la reanudación el Logroño no se mostró tan fino. Las ocasiones fueron más claras y, al final, Jenni Hermoso acudió a su cita con el gol. El resto del partido, el dominio del FC Barcelona fue total y absoluto. Aun así, las futbolistas de la EDF no le perdieron la cara y lucharon sin descanso. Tanto, que no les cayeron más goles. Las azulgranas buscaron el cuarto, pero Tajonar estuvo sensacional y Oshoala no tuvo su día. En cualquier caso, ya estaba todo decidido y la Copa de la Reina se fue para la Ciudad Condal.


Jenni también marcó en la Copa de la Reina
El primer gol llegó de penalti. El mismo fue cometido por Marta Cazalla sobre Alexia Putellas. Lo transformó ella misma (1-0, minuto 42). Poco después, Aitana Bonmatí logró avanzar con la pelota por el centro sin que nadie le saliese al paso, al llegar a la frontal del área se acomodó la pelota y la colocó con maestría en la escuadra de la portería (2-0, minuto 44). Ya en la segunda parte, llegó el gol de Jenni Hermoso, que no podía faltar. La madrileña, tras desmarcarse, cabeceó de manera magistral un medido pase de Leila desde la izquierda (3-0, minuto 61).
Copa de la Reina y Liga para el FC Barcelona
La final de la Copa de la Reina de la temporada 2019-20 no tuvo la emoción de otras que se han disputado en el pasado, pero también nos deparó momentos emotivos en el momento en el que se entregó el trofeo. De manera un tanto incomprensible, no hubo representantes de la Casa Real en el palco, pero en contrapartida, la RFEF rindió un bonito homenaje a todas las personas que están sufriendo en primera persona la pandemia de COVID-19. Así, dio la oportunidad de entregar la copa a la enfermera malagueña Cristina García, que tras contraer el virus estando embarazada y pasar ocho días en coma, dio a luz a su hija con tan solo veintisiete semanas. Ambas se recuperaron a la perfección. Fue un bonito colofón. Por lo demás, con algo de retraso, el FC Barcelona cerró con brillantez su doblete de la pasada campaña. La EDF Logroño, por su parte, cayó con la cabeza muy alta.