Parece mentira que incluso en 2021 haya que dedicar unos minutos a escribir estas líneas. Sin embargo, se hace imprescindible replicar a las vergonzosas declaraciones contra el fútbol femenino de Rafael Azor en un pleno municipal del Ayuntamiento de Baza (Granada). Y es que, realizó toda una exhibición de machismo, odio e ignorancia. No tardó en hacerse viral en las redes sociales su discurso de odio contra la igualdad, entre numerosas críticas. Por eso, hay que anteponer el hacer más pedagogía contra estas argumentaciones que el darle más bombo.
Se comenta sólo… pic.twitter.com/fF3d2TlfSf
— Paco Benítez (@Pacco85s) March 1, 2021
Contra el fútbol femenino y el feminismo
Tal y como se aprecia en el vídeo anterior, el portavoz del partido con nombre de marca de diccionario, Rafael Azor, aprovechó el pleno para lanzar sus consignas machistas. Para empezar, exhibió su odio al movimiento feminista: «Simplemente no lo apoyo porque no representa a la mujer real. Así de claro. Creo que al frente de ese día 8 de marzo hay mujeres que no son mujeres».
A continuación, demostró que su odio es con lo que disfraza su miedo a que las mujeres ocupen el espacio tradicionalmente reservado para los hombres: «Me dice que cuando juegan al fútbol las mujeres no les damos la misma importancia que a los hombres. Mire usted, hay deportes en los que el hombre tiene mucho más rendimiento que la mujer y esos deportes no tienen el mismo atractivo si lo hace un hombre que si lo hace una mujer. Puede ser el toreo, puede ser el fútbol y como puede ser muchos otros. No es que yo esté en contra de que las mujeres tengan equipos de fútbol, simplemente que el rendimiento de un equipo de fútbol de hombres no es el mismo que el de una mujer».
Finalmente, le pone la guinda a su intervención exhibiendo su profunda ignorancia sobre el fútbol femenino: «No hay más que darse cuenta de los fichajes de mujeres que hacen los equipos profesionales. Dígame alguna mujer que esté en un equipo profesional de los que están en la Primera División. Dígame una». Ahora nos enteramos en Futbolísticas de que la normativa permite los equipos mixtos.
«Mujeres que no son mujeres»
Imaginar un mundo más justo nos lleva inevitablemente a creer en la igualdad, en la libertad de las personas independientemente de características como su sexo, clase o procedencia. Toda niña o niño debe tener derecho a soñar su futuro y a recibir las mismas oportunidades para luchar por él. A pesar de los grandes -y costosos- avances sociales en materia de igualdad, existen ciertos individuos que continúan defendiendo sus privilegios de género a capa y espada. Porque antaño, las mujeres estaban relegadas al ámbito privado y del hogar mientras que los hombres gozaban de poder desarrollarse profesionalmente en la vida pública. Entonces, la pérdida de privilegios por el hecho de ser hombres ha llevado a muchas personas a reaccionar contra esta «invasión» de la mujer al espacio reservado a lo masculino: entre ellos, el fútbol.
Por eso, el discurso del portavoz de extrema derecha, usó en su argumentario la expresión «mujeres que no son mujeres». Si el personaje de Mauri de la clásica serie española, Aquí No Hay Quien Viva, hubiera presenciado ese pleno, probablemente habría descrito al grupo municipal de Rafael Azor como «ese rancio partido nido de homófobos y nazis retrógrados salidos de Atapuerca». Sin ir más lejos, ese partido sigue criminalizando al feminismo responsabilizándolo de la propagación de la pandemia. Paradójicamente, el pasado 28 de febrero -día de Andalucía- reunió a cientos de seguidores sin medidas de seguridad en Sevilla contra la autonomía.
Menos bombo, más pedagogía
Los medios de comunicación deben tener el compromiso social de educar como agente de socialización. Resulta peligroso visibilizar este discurso del odio sin exponer las suficientes críticas porque así les sirve como altavoz de su propaganda. Flaco favor le haremos a tantas personas que se han dejado la piel y -a veces- la vida para alcanzar los derechos conquistados. Derechos que se deben defender cada día. Por ejemplo, velar por el crecimiento del fútbol femenino garantiza que las niñas puedan soñar con ser futbolistas algún día, al igual que los niños. La pedagogía debe acompañar siempre al periodismo, ahora más que nunca. Porque si se continúan anteponiendo las visualizaciones a la responsabilidad del contenido, después la sociedad se llevará las manos a la cabeza cuando la historia se repita. Y quizás sea tarde para preguntarnos, ¿qué ha podido fallar?