El pasado martes se disputó en el estadio de Camberra, Australia, un partido amistoso de fútbol femenino entre la selección Australiana y la selección de Nueva Zelanda. Parecía un partido normal pero el final nos sorprendió a todos cuando la centrocampista australiana Aivi Luik, se rapó el pelo con el fin recaudar fondos para ayudar a su hermano pequeño, Noa Kerwick, que padece un tumor cerebral.
Este conmovedor momento entre hermanos tuvo lugar después del partido en el que las australianas ganaron 3-1 con dos goles de Samanta May Kerr y uno de Hayley Emma Raso. El equipo rival consiguió un tanto por Hannah Lillian Wilkinson.
Objetivo cumplido. Otro logro del fútbol femenino
Antes del partido Aivi Luik pidió a los aficionados el apoyo para recaudar fondos para la investigación del cáncer cerebral contra el que lucha su hermano y prometió a la afición que si lograban recaudar 30.000 dólares, se raparía la cabeza al finalizar el partido.
Finalmente, miles de personas se unieron a la causa y el objetivo de los 30.000 dólares se superó con creces, siendo 37 mil dólares los que se recaudaron y se destinaron a la fundación Mark Hughes. La futbolista cumplió con su promesa y se rapó la cabeza con la ayuda Rebekah Stott, la futbolista neozelandesa que pasó por una situación similar y sobrevivió al cáncer.
Como dijo el entrenador australiano, Tony Gustavsson, en la rueda de prensa tras este emotivo gesto de amor: «las escenas inusuales en el campo durante el tiempo completo eran testimonio del poder del fútbol y la unidad de su equipo. Me emociono aquí porque es mucho más que fútbol y este equipo lo demuestra todos los días, además de la forma en la que se juntaron con Aivi”.
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