La Ciudad Deportiva de Buñol fue el escenario de la séptima derrota consecutiva del Dépor ABANCA. El conjunto coruñés visitaba al Levante UD con la intención de sumar sus primeros puntos de la temporada. Sin embargo, las jugadoras de María Pry se mostraron reacias a colaborar en el renacer deportivista y no tuvieron piedad. El resultado final (4-1) acerca a su equipo a los puestos nobles de la clasificación y hunde más al Dépor, que empieza a ver el decimocuarto puesto, que es el primero que otorgará la salvación al final de temporada, como algo lejano.
Primera parte desigual
El Dépor acabó la primera parte metido en un aprieto grave. El 3-0 en contra ya de por sí era un contratiempo importante, pero más allá del resultado adverso el problema para las gallegas fue la imagen y las sensaciones que transmitieron. Su defensa fue un flan desde el pitido inicial. Su falta de intensidad atrás y la separación entre sus líneas facilitaron las labores ofensivas de las jugadoras granotas, que hallaron espacios con facilidad al atacar. Durante toda la primera mitad dio la impresión de que el Levante se movía con soltura, tanto por el centro como por las bandas, sobre todo por la izquierda. En efecto, por el carril del siete Carol y Jucinara fueron un peligro constante. Andonova y Eva Navarro también encontraron huecos con facilidad al borde del área solo con darle un poco de velocidad al balón. El blando entramado defensivo de las coruñesas propició que la intensa salida de las de Pry dejara el choque casi decidido antes de los diez minutos. Las de Manu Sánchez apenas tuvieron recursos para plantear problemas en ataque. Mucho hicieron con lograr marcharse a la caseta solo con tres goles en contra.
Ligera corrección
En la segunda parte Manu Sánchez no tuvo más remedio que cambiar un poco el guion y adelantó la línea de presión. En efecto, dado que la defensa era un coladero intentó que las suyas se mostraran impetuosas más adelante. Ante eso, la entrenadora del Levante debió pensar que con un 3-0 a favor podía ceder la pelota a las rivales. También optó por proponer un juego más vertical y rápido en la salida, y más contenido ante el aumento de la presión coruñesa. Fruto de esa estrategia las valencianas metieron otro gol, fallaron un penalti, obligaron a lucirse en una ocasión a Noelia Bermúdez y mandaron un balón al larguero. El resultado podría haber sido escandaloso. Pese a esto, el Dépor tras el descanso ofreció una mejor imagen. A lo largo de la segunda mitad se acercaron más a la meta de María, gozaron de alguna ocasión de peligro y se mostraron como un equipo menos inconsistente. El gol de Ainoa Campo a la salida de un córner maquilló un poco el resultado. Gracias a eso las gallegas pueden volver a casa con el consuelo, al menos, de haber sabido evitar una goleada mayor.
Cinco goles que pudieron ser más
El primer gol granota llegó a los dos minutos. El Dépor salió nervioso y los defectos que lastraron su partido durante la primera parte salieron a relucir desde el principio. Así, apenas iniciado el encuentro Carol Férez aprovechó un mal despeje a un centro de Eva Navarro para controlar dentro del área, buscar el hueco ante la poca intensidad coruñesa, y marcar (1-0). Cinco minutos después un pase filtrado de Irene, mal despejado por una defensa, cayó a los pies de Andonova, que se quedó sola y no perdonó (2-0). En el minuto 30 fue Irene Guerrero la que anotó el 3-0 tras un centro de Jucinara. En el minuto 67, a raíz de un córner botado a la derecha hasta cuatro levantinistas entraron en tromba a rematar, ante la pasividad defensiva, y Cometti introdujo el balón en la portería (4-0).
El gol del honor coruñés llegó en el minuto 83, en un remate franco de Ainoa Campo tras un córner sacado por Alba Merino (4-1).
Diferentes aspiraciones para Levante y Dépor
No parece que Manu Sánchez lo vaya a tener fácil para sacar a su equipo del hoyo. En cualquier caso, no era la Ciudad Deportiva de Buñol el lugar más propicio para iniciar una remontada. Este Dépor no es el del año pasado y sus carencias salen a relucir claramente ante rivales de la talla del Levante. Pese a esto, ya está claro que su liga es otra y, si logra sacudirse la angustia, aún podrá dar guerra en la zona baja, por lo que se vio en la segunda mitad. Gaby y Alba Merino demostraron su calidad y pueden ser claves en la remontada. Por desgracia, el próximo rival del Dépor es el Atlético de Madrid, otro hueso. El Levante, por su parte, ha asimilado a las mil maravillas las ideas de María Pry y sabe a lo que juega. Este verano ha tenido que recomponer el bloque, pero las nuevas piezas han encajado bien en el esquema de la sevillana y eso es garantía de éxito. Su sitio está arriba.