El FC Barcelona se impone al PSV Eindhoven (4-1) y pasa a los octavos de final de la UEFA Women’s Champions League. Los dobletes de Caroline Graham Hansen y Lieke Martens dan a las azulgranas el billete a la siguiente ronda de la máxima competición europea. La superioridad azulgrana se impuso en otro – no tan bueno – día en la oficina.
El peor FC Barcelona aparece en Champions
A partido único. Así afrontó el FC Barcelona la vuelta ante el PSV Eindhoven. Sin embargo, las neerlandesas no lo pondrían fácil desde el inicio. O eso parecía presagiar los primeros segundos del partido, con un equipo visitante bien colocado en bloque, juntito y con una presión alta que asfixiaba a las azulgranas en la salida del balón. Nada más lejos de la realidad, a los cuatro minutos, la siempre peligrosa banda derecha, trajo el primer tanto del partido gracias a una genialidad de Caroline Graham Hansen. Tras el gol, el Barça dominaba a través del balón, pero con muchas dificultades en la salida. Aún así, en el momento que las culés superaban la primera línea de presión, las azulgranas encontraban muchas facilidades para llegar con peligro. La tuvo Alexia Putellas, a bocajarro, para ampliar el marcador pero el disparo se fue demasiado centrado. Al final, otra vez por la banda derecha, en los prolegómenos de la primera parte llegaría el segundo gol. De derecha a izquierda y Martens, de nuevo, confirmando su gran momento. Mientras, desde el banquillo, a Lluís Cortés no le gustaba lo que veía. Se mostró inquieto y no dejó de protestar un solo segundo. El equipo ganaba, pero no convencía.
Las imprecisiones vuelven en Champions
La segunda mitad del encuentro comenzó bajo la misma tónica que en los primeros cuarenta y cinco minutos. El Barça tenía el balón, controlaba los tiempos, el juego pero no acababa de salir con el balón jugado ni de llegar con contundencia. Quizás esta plantilla de Lluís Cortés nos tenga muy mal acostumbrados, pero en las citas frente al PSV se ha visto un equipo con muchas imprecisiones con el balón en propiedad. Pudo ampliar Vicky Losada pero Sari mandó el esférico a córner. El Barça comenzó a sentirse mejor, subió la presión y así acabó llegando el tercero. Gracias a una recuperación cerca del área y una buena definición de Hansen. Tras el gol, llegó el carrusel de cambios. Nada más reanudar el juego, en un córner a favor para las culés, Martens materializaría su doblete con un remate de cabeza al que poco pudo hacer van Veenendaal. La neerlandesas no llegaron a las intermediaciones del área de Cata Coll. Solo presionando se acercaron y la guardameta azulgrana – de nuevo – dejó alguna destacada intervención con los pies. Hasta que, ya con el tiempo reglamentario cumplido, llegó el gol del honor del equipo visitante. Como en la ida en los Países Bajos, las de Rick De Rooij molestaron a los cronistas.
Al ritmo de Hansen y Martens
Cuatro minutos. Eso tardó en aparecer Graham Hansen por una – ya temible – banda derecha del FC Barcelona. Recibió, bajó el esférico al verde y empalmó, con el exterior, un balón que entró ante la atenta mirada de una Sari Van Veenendaal completamente parada. Era el primer gol de la noruega con la camiseta azulgrana en Champions.
Si antes era al principio del partido, ahora era al final. A falta de cuatro minutos para la marcha a vestuarios, Vicky Losada picó un gran centro por la derecha que Lieke Martens remató al fondo de la red. Así marcharía el marcador electrónico al descanso.
Al cuarto de hora de la segunda parte, Graham Hansen marcaría su segundo tanto en la Champions como culé. Llegaría en un bajo momento de ritmo de partido y cuando, quizás, más lo necesitaban las culés para dormir el partido. Recuperó Alexia Putellas, en tres cuartos, asistió Aitana Bonmatí y finalizó Graham Hansen.
El cuarto y definitivo vendría de un córner desde la derecha. Lieke Martens cabeceó un gran balón y materializó su doblete personal. Más tarde, Smits marcó el gol del honor y finiquitó el 4 a 1 final en el Estadi Johan Cruyff.
Un FC Barcelona lejos de la perfección golea
Parece que el PSV Eindhoven ha cogido la medida al FC Barcelona. Y algunos lo decimos con «la boca chica». No es para menos, tras un 4 a 1 y una eliminatoria solventada por 8 a 2. Sin embargo, el juego mostrado en esta primera ronda de la Champions League por las de Lluís Cortés no es al que nos tienen acostumbrados desde el pasado año. El equipo gana, golea y en muchos tramos del encuentro convence, pero no tiene ese juego perfectamente orquestado al que tenía acostumbrados a los culés. Y es extraño, ya que en Primera Iberdrola lo hace. Todo sea eso, ganar sin acercarse a la perfección. Al final es lo que convierte a una plantilla en la mejor: cumplir en los días donde nada sale de cara.