Decir que un partido es una final, cuando apenas si ha comenzado la segunda vuelta de la Liga Iberdrola, puede parecer exagerado. Sin embargo, en el Estadio Municipal Felipe del Valle, el Real Betis tenía hoy a las 12:00 horas una cita que, si bien no era una final, se le parecía bastante. El club verdiblanco está hundido en la clasificación y llegaba con el lastre de haber perdido sus diez últimos enfrentamientos. Ya ha cambiado de entrenador y no ha realizado fichajes en el mercado de invierno. Eso significa que tendrá que tirar hasta final de temporada con lo que tiene en nómina. La llegada de Juan Carlos Amorós al banquillo pretendió ser el punto de inflexión que el equipo necesitaba, pero en sus dos primeros choques el Betis apenas mejoró. La excusa, la última disponible, es que esos dos partidos le enfrentaron a conjuntos de la zona alta de la tabla. Por ello, el duelo contra el Sporting de Huelva de esta mañana era el inicio de un camino sin retorno, ya que el cuadro onubense sí que es uno de sus rivales directos. De inicio, se sabía que todo lo que no fuera ganar enfilaría definitivamente a las béticas a la senda del descenso. Solo la victoria permitiría soñar con la salvación. Enfrente, el Sporting llegaba dispuesto a no regalar nada. No lo ha hecho nunca. Es uno de los equipos más modestos de la Liga Iberdrola y, sin embargo, lleva quince años aferrado a la categoría. Las batallas a vida o muerte son su especialidad y juega cada partido como si fuera el último, peleando cada punto en liza. Al final, el Real Betis salvó los muebles y se llevó una balsámica victoria por 2-0.
Dominio bético al descanso, por primera vez este año
Seguramente no era lo previsto, pero durante gran parte de la primera mitad el partido se jugó en campo bético. En efecto, esta vez la fortuna sonrió al Real Betis, que ya ganaba por 2-0 al filo del cuarto de hora. El Sporting de Huelva basa su juego en la presión y en el despliegue físico, y no cambió su modus operandi, pero la salida en tromba del Betis y su acierto ante el gol le obligó a adelantar líneas. En consecuencia, presionó arriba con insistencia y fue el Betis el que optó por buscar las salidas rápidas al contrataque. En ese escenario, las jugadoras verdiblancas se vieron cómodas. El Sporting lleva un 2021 muy accidentado y desde antes de Navidades sola ha podido jugar un partido, por culpa de la COVID-19. Quizás por ello, o quizás por la concentración bética atrás, apenas pudo crear peligro. Las béticas, por su parte, no están para florituras y aprovecharon el marcador a favor para reducir los nervios, para defenderse con orden y para esperar las posibles oportunidades al contragolpe. Antes del descanso el marcador no se movió más.


Juego trabado
La tendencia de la primera parte se remarcó en la segunda. El Betis pudo permitirse el lujo de olvidarse de atacar y se atrinchero atrás. El Sporting de Huelva es el equipo menos goleador de toda la Liga Iberdrola y el conjunto bético se aprovechó de esos limitados recursos ofensivos para correr el riesgo de conformarse con sus dos goles. Las verdiblancas necesitaban los tres puntos como el comer y se centraron en trabar el partido en el mediocampo, en no rebajar la intensidad y en no perder el orden. Las de Juan Carlos Amorós hicieron muchas faltas y cedieron el campo sin problema, pero lograron que pasaran los minutos sin sufrir demasiado. Por fin se mostraron seguras atrás. El Sporting, por su lado, colgó al área infinidad de balones, pero no logró crear verdadero peligro. Aun así, planeó durante la segunda mitad la posibilidad de que un gol del Sporting en una jugada aislada le metiera en el partido. El tanto no llegó. Hasta el descuento el Betis no creó peligro alguno, pero el Sporting tampoco.
Segundo gol de Altuve en la Liga Iberdrola
Al poco de comenzar el partido, una falta botada desde el lateral derecho por Bea Parra fue rematada por Medina, el tiro lo rechazó Anna Buhigas y Rosa Otermín remachó a bocajarro (1-0, minuto 1). Al filo del minuto quince, Oriana Altuve se quedó sola delante de la portera del Sporting y, en el mano a mano, no perdonó (2-0, minuto 14).
La salvación se recrudece en la Liga Iberdrola
El Betis aún tendrá que remar mucho, pero esta mañana quedó claro que sus jugadoras están dispuestas a bajar a las trincheras. Brillaron Medina, Valle y Dorine atrás, y sus jugadoras de mediocampo se desvivieron en la presión. Su próximo rival será el FC Barcelona, pero su siguiente partido a tener en cuenta lo jugará el próximo fin de semana contra el Dépor en Abegondo. Los encuentros contra los rivales directos son clave para este Betis, que tiene una plantilla muy corta. El objetivo es salvar el año como sea y, con esa consigna, parece que va a afrontar los duelos con los equipos contra los que se juega el tipo. El Sporting era uno de ellos y en Sevilla no pudo sacar nada positivo. No obstante, las onubenses no bajarán los brazos. Hoy no era el día, vienen de pasar dos meses complicados a causa de la suspensión de partidos y de los confinamientos. Sin embargo, si consiguen regularidad, sin duda serán un rival duro de pelar hasta el final de temporada.