La COVID-19 sigue causando estragos. Las nuevas víctimas de la pandemia que está golpeando al planeta son el Mundial Femenino sub-20 de Costa Rica y el Mundial Femenino sub-17 de la India, que han sido suspendidos por la FIFA. Su decisión de suspender definitivamente las citas se puede resumir en que la preparación de los equipos estaba totalmente trastocada, dadas las condiciones que aún se mantienen. Además, los obstáculos generados por la pandemia para concluir los torneos de clasificación continentales eran enormes.
Desde marzo todo se está viendo afectado por la neumonía por coronavirus y el mundo del fútbol, como es lógico, no está al margen de ese hecho. A nivel de selecciones nacionales femeninas, la medida más llamativa que se había tenido que tomar hasta la fecha, a causa del impacto de la COVID-19, había sido el aplazamiento hasta 2022 de la Eurocopa, que debía disputarse en verano de 2021. El pasado agosto, además, la UEFA canceló el Europeo sub-17 y el Europeo sub-19.
Tanto el Mundial sub-17, como el Mundial sub-20, ya habían sido retrasados por la FIFA a principios de abril, en plena primera ola de la pandemia. En principio, estaban programados para noviembre y agosto de 2020, respectivamente. El Mundial sub-17 se reprogramó para que se disputara del 17 de febrero al 7 de marzo de 2021, y el Mundial sub-20 del 20 de enero al 6 de febrero de 2021.
Las razones de la decisión
La decisión de la FIFA de cancelar los mundiales, tomada tras consultar con los países organizadores y con las Federaciones implicadas, se sustenta en dos puntos. Por un lado, la preparación de los equipos estaba alterada por completo, dadas las condiciones que aún permanecen. Por otro, las trabas provocadas por la pandemia para terminar los torneos clasificatorios continentales eran excesivas.
En este último sentido, España ya estaba clasificada para el Mundial sub-20 de la FIFA, puesto que había logrado su plaza en el Europeo sub-19 de 2019. Francia, Alemania y Países Bajos iban a ser sus acompañantes. Con respecto al Mundial sub-17, esta cita se aplazó en abril sin que hubiera apenas clasificados. Tan solo India, Japón y Corea del Norte tenían su plaza asegurada. El equipo español debía ganársela en el Europeo que, como se ha comentado, se suspendió en agosto.
Se mantienen las sedes
Costa Rica y la India, los dos países organizadores de los mundiales, mantendrán su condición de anfitriones en las ediciones que se celebren en 2022. Para ellos, las consecuencias de la cancelación se verán mitigadas, por tanto. La medida, no obstante, afecta más a algunas selecciones, ya que los nuevos campeonatos serán totalmente ajenos a los que se iban a llevar a cabo en 2021. Eso implica que habrá que disputar de nuevo la fase de clasificación, desde el principio y por todos los equipos nacionales.
Las jugadoras, las máximas afectadas
Con todo, las máximas afectadas por los aplazamientos son, como es lógico, las futbolistas. Cuando se postergan los torneos esto es así a cualquier nivel, incluido el absoluto. Sin embargo, en categorías inferiores el hecho de que los campeonatos se retrasen provoca, sin más remedio, que una generación entera pierda su oportunidad de disputarlos. Así, las jugadoras que en 2020 no tenían aún 17 o 20 años, en 2022 ya no podrán participar en las nuevas citas.
En España, la generación que se ganó la plaza en el Europeo sub-19 y que habría debido disputar su Mundial sub-20 de la FIFA era de oro. Estaba compuesta por jugadoras como Cata Coll, Laia Aleixandri, Berta Pujadas, Olga Carmona, Claudia Pina, Rosa Márquez, Eva Navarro, Nerea Eizagirre, Teresa Abelleira, Rosa Otermín o Athenea Del Castillo. Muchas de ellas ya han llamado a las puertas de la selección absoluta y, al menos, podrán tratar de quitarse a otro nivel la espinita del tren que ha pasado y que, en este caso, no volverá para ellas.