Entrar en un gran estadio de fútbol, disfrutar de un partido en un campo grande, impresiona, claro. Viste. Da majestuosidad por sí mismo al espectáculo. Ya comentaba en otro artículo que el fútbol es como es una representación de un gran teatro y, evidentemente, el escenario también forma parte de esta obra, acompaña a los sentidos de quien lo ve y de quien lo vive. Un estadio abierto aumenta la espectacularidad del fútbol femenino.
También es verdad que nuestras jugadoras de Primera Iberdrola no llenan un estadio como ellos. Ya, pero también es verdad que a ellas las siguen muchas más personas cada día. Y que son más conocidas en cada jornada, en cada temporada. Y lo son porque también lo que las acompaña va avanzando en cuanto a darles visibilidad y ese empujón. Como se hizo con ellos en su momento. Las cosas no surgen por que sí hasta llegar al punto en el que hoy se encuentra la liga masculina de Primera División.
A mí me gusta el fútbol, la emoción del juego, el propio deporte. Me da igual dónde se juegue, en un campo de tierra o en un coliseo. Pero entiendo que hay cosas que lo hacen grande. Y el fútbol espectáculo gusta. ¡Hombre, claro! Ya sea de forma puntual o habitual.
Son muchos los equipos que ya han abierto las puertas de esos grandes campos de césped, anunciándose como grandes eventos y, hasta el momento, con muy buenas cifras de asistencia.
San Mamés, Anoeta, el Wanda Metropolitano, el Camp Nou, Riazor, el Heliodoro López o el Colombino. El estadio de Vallecas, el Benito Villamarín, Mendizorroza, RCDE Estadium, el Nuevo Vivero, el Sadar, el Carlos Belmonte… cada vez son más los nombres que se suman a esta lista en esta andadura del fútbol femenino español. En todas las categorías, no únicamente en la división de oro del deporte rey. Momentos que se viven como una auténtica revolución por los aficionados de los clubes femeninos, que sienten el momento como un auténtico premio.
El Real Oviedo Femenino es el que anuncia ahora que abre el Estadio Municipal NMR Carlos Tartierre. Hecho que los aficionados del club y del fútbol femenino en general han recibido con enorme alegría. El encuentro del Real Oviedo frente al AEM será una fiesta, un nuevo pasito para todos nosotros. Las jugadoras verán un sueño hecho realidad. Y aunque a veces parece que todo queda en una pura anécdota, el hecho de que cada vez sea algo más habitual la apertura de estos grandes escenarios para ellas es una recompensa al trabajo hecho por y para ellas.
Faltan aún algunas puertas por abrir, muchas. Pero lo harán. Que será cuestión de tiempo, porque no falta de ilusión. Porque los que seguimos el fútbol femenino celebrar, celebramos cada victoria. Y estos son partidos que ganamos y celebramos todos.