La selección de Estados Unidos (EE.UU.) alcanzó un acuerdo que da un paso más para el crecimiento del fútbol femenino internacional, en concreto el estadounidense. Mejora de condiciones, sí, pero sin igualdad salarial. Aún queda mucho.
El mundo entero se llena de esperanza e ilusión con el auge del fútbol femenino, una herramienta de educación y cambio en nuestra sociedad hacia la igualdad. Un concepto que muchos niegan bajo lemas como «se gana lo que se genera», pero ya ni con esas. Cruzando el charco, encontramos a la mejor selección de fútbol femenino del Mundo, con ingresos muy por encima de sus discípulos masculinos y con una vitrina de trofeos a la que los varones no hacen ni sombra.
Esta semana la selección estadounidense de fútbol femenino alcanzó un acuerdo con la Federación de Fútbol de Estados Unidos (US Soccer) sobre las condiciones laborales de las futbolistas. Sin embargo, parece una batalla ganada pero la muestra de la longitud del camino que queda por recorrer para conseguir una victoria en la guerra por la igualdad.
Fútbol femenino, mejores condiciones laborales
El acuerdo alcanzado entre Rapinoe & Company y la Federación consigue mejoras en las condiciones de trabajo y la equiparación del conjunto femenino con el masculino. Pero solo superficialmente. ¿Qué implica esta mejora para el fútbol femenino internacional de EEUU?
Las jugadoras se alojarán en mejores hoteles durante las concentraciones y las salidas de la selección y recibirán el mismo número de vuelos chárter que el equipo masculino. Además, bajo ninguna circunstancia, las futbolistas estadounidenses no volverán a jugar en campos de césped artificial. Una gran noticia para la salud de las futbolistas.
Por su parte, Cindy Parlow, ex jugadora y actual presidenta de la US Soccer desde el pasado mes de marzo, declaró que «es un buen día. Espero que todos vean que somos una nueva US Soccer”. “Llegar a un acuerdo sobre las condiciones de trabajo es solo el primer paso”, reconoció.
Un paso más de EE.UU. hacia la igualdad
Sin embargo, aunque el pacto entre ambas partes conlleva mejoras para el día a día de las futbolistas americanas, aun queda un largo camino hacia la igualdad entre hombres y mujeres. Y es que, sigue sin haber igualdad salarial y los sueldos de los conjuntos femeninos y masculinos no se han equiparado aún.
Ese es el siguiente paso, resolver las quejas del equipo femenino sobre la desigualdad salarial. Se les paga menos que a sus homólogos masculinos y ese reto ya es mucho más complicado. Y es que en mayo un juez dictaminó que las campeonas del Mundo no estaban mal pagadas en comparación con el conjunto masculino y, después del acuerdo mencionado, la apelación puede seguir adelante. Una apelación liderada por las propias jugadoras como Carly Lloyd, Rapinoe o Alex Morgan.
“Queremos que el equipo femenino, así como sus abogados, vean que queremos avanzar en una dirección diferente. Queremos tener una relación diferente con ellos, trabajar juntos. Y creo que están empezando a ver eso. Y tenemos que seguir por este camino”, concluyó Cindy Parlow.