La selección española de fútbol femenino disputó el pasado viernes 23 de octubre el último partido, hasta la fecha, de la Fase de Clasificación de la EUFA EURO 2022. Fue su primera vez en el Estadio Olímpico de La Cartuja y terminó por 4-0, en un partido fácil, a la República Checa.Y es que últimamente la selección femenina nos tiene acostumbradas a contar los partidos por victorias. Ese día, se posicionó líder de su grupo (con 13 puntos). Ahora Polonia, con 14 puntos, le ha arrebatado el liderato a las españolas. No obstante, las entrenadas por Jorge Vilda tienen dos partidos menos (uno de ellos, frente a las polacas).
Aunque todas y todos somos conscientes de la gran selección de fútbol femenino que tenemos, no siempre ha sido así. Históricamente la selección española de fútbol femenino nunca terminaba de cuajar. Teníamos la sensación de que siempre faltaba algo o que siempre estábamos a punto de conseguirlo, pero nunca lo conseguíamos. España en este caso solía ser un “regalo” para la selección contraria. Y aunque apuntaba maneras, nunca llegaba a materializar todo el trabajo que había detrás.
Como podemos observar, la selección española de fútbol femenino en 2003 ocupaba el 20º puesto, mientras que en 2020 se encuentra en el 13º. Parece que son pocos puestos en muchos años. No obstante, si miramos detenidamente el ranking de la FIFA, España ha dejado atrás a países como RP China, Dinamarca y Bélgica. Además, se encuentra muy cerca de las selecciones que se están justo por encima de esta.
Bajo mi punto de vista, debemos destacar el papel del seleccionador y de su staff técnico. Han sabido aprovechar muy bien tanto el crecimiento que la Liga Iberdrola está experimentando desde hace unos años como el espectacular rendimiento que estaban mostrando jugadoras con mucha experiencia. Además, han integrado de la mejor manera posible a las jugadoras jóvenes que, desde categorías inferiores, venían pisando muy fuerte.
Está bastante claro que no todo el mérito es del seleccionar y de su staff. Es bastante obvio que el nivel general del fútbol femenino está subiendo. Lo hace tanto a nivel de competición en España, como de manera individual por parte de los clubes y jugadoras. Pero si nos fijamos en otras selecciones, a pesar de que las ligas en sus países han mejorado, no consiguen dar la imagen de madurez y de superioridad que últimamente sí da nuestra selección femenina.
Y, por si fuera poco, la sensación que todas y todos tenemos es que vendrán cosas mejores. Es la sensación de que esta selección todavía tiene mucho que mejorar y muchos partidos que ganar. Esperemos que las cosas se sigan haciendo bien desde otros organismos e instituciones. Con el único fin de subir el nivel tanto de las jugadoras, como de los clubes. Así como de la liga y, por último, de la selección. lDe ella no sabemos dónde tendrá su techo.