Nos encontramos ya en el último mes del año, pero la pandemia causada por la COVID-19 sigue siendo una realidad. Lastimosamente, y aun cuando se han intentado implementar todo tipo de medidas dentro de la Primera Iberdrola, el virus también está presente en esta. Las noticias del fútbol femenino español respecto a la COVID-19 no son las deseadas.
Ola de postergaciones
Junto al rebrote de la pandemia en Europa también ha llegado una gran ola de partidos postergados en la Primera Iberdrola. Para la jornada que se debe de disputar el miércoles 4 de noviembre, ya son dos los partidos aplazados y que de momento no tienen una fecha reprogramada.
FC Barcelona-Rayo Vallecano y Sevilla-Levante, son los dos encuentros que se han visto afectados por la pandemia. Tres casos positivos por parte del Levante y uno del Rayo Vallecano, han causado el aplazamiento de los partidos. Esto hace inevitable preguntarse, ¿Qué será del calendario de la Primera Iberdrola? No son las primeras noticias de enfrentamientos de fútbol femenino para los que hay que buscar nueva fecha, y teniendo en cuenta lo ajustada que está ya de por sí esta temporada, cabe hacerse esta pregunta.
Un pequeño enredo
La respuesta lógica a todos los partidos aplazados es que se deben de reprogramar. No obstante, el calendario para esta Primera Iberdrola ya es bastante apretado de por sí, lo cual hace la reprogramación de los encuentros algo arduo de lograr.
Tan solo con tomar el caso del Rayo Vallecano, ya se hace un enredo de solo pensar cómo reorganizar su calendario. El equipo de Vallecas no solo ha aplazado el encuentro de esta fecha, sino que además también postergo las tres primeras fechas debido al tardío inicio de su pretemporada. Es decir, que el Rayo Vallecano debe cuatro partidos, que no se sabe cuándo jugara ya que tiene que seguir cumpliendo con el calendario planificado. Esto le puede pasar a todos los equipos que al igual que el Rayo, tengan que postergar partidos, un buen ejemplo es el Levante.
Panorama opaco
De momento, no se sabe cuál será la solución a este problema. Lo que sí está claro es que a medida que se tengan que aplazar más partidos mayor será la bola de nieve que caerá desde la montaña.
Si bien no hay claridad de lo que pueda suceder, uno que otro escenario se puede plantear. Por un lado, una solución (tal vez la menos indicada) es que los equipos jueguen con las jugadoras que tengan a su disposición. No cabe duda que esto sería drástico, pero podría llevar al menos a que se complete el 51% de la competición (mínimo para que haya campeón y descendidos).
Otra opción es que en cierto momento (tal vez en un parón de selecciones), estos partidos atrasados se puedan jugar, confiando en que no se aplazaran más. Lo cierto es que podrían haber mil opciones, pero el panorama no es claro y por lo pronto no parece que se resolverá. Sobre todo, teniendo en cuenta el avance de la pandemia en España y las posibles medidas relacionadas con la sanidad que establezcan las instituciones.
Ser conscientes
No cabe duda de que la COVID-19 es invisible a los ojos humanos, pero esto no significa que con las precauciones apropiadas no se pueda prevenir. Sabemos que tanto clubes como jugadoras están plenamente comprometidos a disputar la Primera Iberdrola. Por ello deben de ser conscientes de lo que esto implica en tiempos de pandemia.
Las pruebas PCR están ahí para indicar si alguien tiene el virus, pero no para impedir que las personas se contagien. Por ello es importante entender que, de ser posible, hay que intentar salir solo de ser necesario. Jugar al fútbol en estos tiempos significa cuidarse lo máximo posible antes de todo encuentro, no solo por bienestar propio sino también de las demás veintiún jugadoras en campo. No es una obligación exclusiva de la futbolista, también staff, cuerpo médico, cuerpo técnico… deben ser conscientes de ello y actuar con la máxima precaución y responsabilidad.
Si jugadoras y equipos, están completamente comprometidos dentro y fuera de la cancha, las noticias para el fútbol femenino seguramente mejoren en ambos escenarios.