Buenas noticias para el fútbol femenino internacional. Antonius Manders, del Grupo Popular, ha alzado la voz en el Parlamento Europeo para exponer la situación de desigualdad de género en cuanto a salarios, que existe en las selecciones nacionales. Así lo recoge la propia Eurocámara en su listado de actividades de las diferentes comisiones.
Manders, que advirtió de esta situación hace apenas dos semanas, alega que existe una situación de desigualdad real. De la misma manera, emplaza a los diferentes miembros de la institución europea a solventar la diferencia de salarios entre las futbolistas y sus homólogos masculinos.
Una situación de discriminación real
El miembro del Grupo Popular ha alegado que el hecho de que un jugador profesional cobre más que una futbolista es un acto de discriminación al que se debe hacer frente. Manders asegura que esta situación «es un mal ejemplo» para el fútbol europeo de selecciones. Además, el político también asegura que dicha desigualdad es una «falta de respeto» hacia todas las futbolistas profesionales.
«Las futbolistas representan con el mismo honor y sacrificio la camiseta de su país como sus homólogos masculinos», ha afirmado Manders.
Brasil, como ejemplo a seguir
Más allá de alzar la voz y poner de manifiesto dicha situación de desigualdad, Manders también ha puesto a Brasil como ejemplo. Y es que la Confederación Brasileña de Fútbol paga lo mismo a jugadores y jugadoras desde el pasado mes de marzo. También las futbolistas de Sierra Leona llegaron a las noticias del fútbol femenino internacional tras conocerse que la federación pagaría lo mismo a la sección masculina que a la femenina.
Por ello, el parlamentario holandés y las comisiones pertinentes comenzarán a trabajar en las propuestas que se presentarán a las federaciones de cada país y a la propia UEFA.
Por otro lado, Manders hace hincapié en la importancia y la influencia del deporte. «Es uno de los sectores más influyentes. Puede ser un buen ejemplo para otros, el cerrar la brecha salarial de género«, intervenía.
Dificultad de intervención
El principal problema al que hay que hacer frente es al propio sistema. El propio Manders reconoce que no será fácil de aplicar, puesto que «los empleadores pueden pagar diferentes salarios a sus trabajadores». Reconoce, también, que interferir podría ser problemático para los gobiernos, ya que «esa es una de las características del mercado liberal«.
Por otro lado, el parlamentario apuesta por una declaración política desde la Unión Europea con el objetivo de abordar esta situación de desigualdad. El objetivo es el de «defender los principios de no discriminación de la UE» y conseguir eliminar la brecha salarial de género entre los diferentes profesionales del deporte.