En la actualización de diciembre, la selección española femenina ha subido un peldaño en el ranking de la FIFA de selecciones nacionales. Termina 2020 situada en el mejor puesto de su historia, el 12º. Además, está a un punto de clasificarse por la vía rápida para el Campeonato de Europa femenino de la UEFA. El próximo mes de febrero, su participación en este torneo quedará sellada casi con toda seguridad. De hecho, su trayectoria en la fase de clasificación permanece prácticamente inmaculada hasta la fecha: de seis partidos, ha ganado cinco y solo ha cedido un empate. Su nivel actual hace que haya marcado treinta y dos goles, y que haya recibido tan solo uno.
Salto de calidad de la selección española femenina
Si nos atenemos a los números comentados y los sacamos de su contexto global, podría pensarse que la selección española femenina es una potencia futbolística a nivel mundial desde siempre. Lo cierto es que, en los últimos años, el nivel del fútbol femenino ha crecido tanto en nuestro país que el equipo nacional se ha instalado en el pelotón de los combinados a los que es improbable dejar de ver en las grandes citas. Sin embargo, esto es algo muy reciente. Su trayectoria internacional es bastante limitada.
Participación histórica en los Mundiales
La primera Copa Mundial femenina de fútbol se disputó en 1991. Hasta 2015, España no logró ni tan siquiera clasificarse para la fase final. El debut, a nivel deportivo no resultó demasiado exitoso, ya que fue eliminada en la primera fase. En ella perdió ante Brasil y ante Corea del Sur. Tan solo logró empatar con Costa Rica. Sin embargo, la cita sirvió de toma de contacto de las jugadoras con un acontecimiento de esa magnitud. Vicky Losada marcó el primer gol español en la historia de los Mundiales, se logró volver a casa con un punto en el casillero y, por encima de todo, el evento sirvió para que las futbolistas hicieran piña y dieran un paso fundamental para romper con el anacronismo en el que vivía la selección. Yulema Corres, delantera del Athletic, no estuvo allí, pero en una entrevista a Futbolísticas mencionó la importancia que tuvo el hecho de que, tras la cita, todas las convocadas denunciaran la dejadez de la que hacía gala la RFEF, con respecto al combinado nacional femenino. Esta se traducía en una preparación deficiente que condenaba al equipo a un papel secundario.
Cuatro años después de esos hechos, con otro técnico y con otra mentalidad mucho más moderna y acorde al nivel que se espera de España, la selección volvió a clasificarse para la Copa Mundial femenina, imponiéndose en los ocho partidos clasificatorios y demostrando ya que había dado un paso adelante. Posteriormente, durante el torneo no solo ganó su primer partido en un Mundial, sino que se metió en la fase de octavos de final. En ella, la suerte emparejó a España con la todopoderosa EEUU, que a la postre resultaría vencedora del campeonato. En ese partido, la derrota por 2-1 fue inevitable, pero en el mismo quedó patente, más que en ningún otro, que las futbolistas españolas ya podían plantarle cara a cualquiera.


España en las Eurocopas
Por lo que respecta al Campeonato de Europa femenino de la UEFA, España no debutó en él hasta 1997. Su tercer puesto de entonces fue muy meritorio, pero no tuvo continuidad, ya que no regresó a una fase final hasta 2013. Ese año, la selección cayó en cuartos de final, lo mismo que en 2017, cuando la tanda de penaltis le privó de alcanzar las semifinales. Todo parece indicar que, en 2022, el combinado español disputará el torneo por tercera vez consecutiva. Como se ha dicho, cuesta imaginar ya un evento de esa magnitud sin su presencia.
La selección española femenina será fuente de alegrías
A la próxima Eurocopa, España ya no irá de cenicienta. Su solvente fase previa da muestras de que la mentalidad es otra. En el ranking FIFA es el séptimo equipo europeo, pero este mismo año, en el marco de la She Believes Cup, ya se ha impuesto a Inglaterra, que es sexta en la clasificación mundial, así como a Japón, décima selección en la misma. En ese torneo amistoso tan solo volvió a caer ante EEUU, merced a un gol de Ertz a tres minutos del final. La primera victoria española ante las americanas aún no ha llegado, pero en la She Believes Cup volvió a quedar patente que las jugadoras de nuestro país no se arrugan ante nadie.
Más allá de lo que puede llegar a lograr la actual generación de las Jenni Hermoso, Alexia Putellas, Marta Corredera, Mapi León o Irene Paredes, el futuro de la selección se presenta brillante, si nos atenemos a los resultados de las categorías inferiores. No en vano, la última Copa Mundial femenina sub-17 se la adjudicó España en 2018. Además, la sub-20 también quedó subcampeona del mundo ese mismo año. Ona Batlle, Laia Ailexandri, Patri Guijarro, Aitana Bonmatí o Teresa Abelleira ya han llamado a las puertas del equipo de Jorge Vilda y auguran un buen futuro a la roja. Todo apunta a que su próxima cita será la Eurocopa de Inglaterra, en verano de 2022. Romper la barrera de cuartos de final allí no es ni mucho menos una quimera.