El pasado día 30 de noviembre, la jugadora venezolana del Real Betis Féminas Oriana Altuve ganó el premio a la Mejor Jugadora Iberoamericana de la pasada temporada, en la IV edición de los Premios Marca de Fútbol. El viernes, el turno le llegó a la colombiana del Atlético de Madrid Leicy Santos, quien se alzó con el Premio EFE a la mejor jugadora latinoamericana de 2020.
Leicy Santos recogió el galardón de manos del ministro de cultura y deporte, José Manuel Rodríguez Uribes. En la ceremonia, estuvieron presentes Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, y Lola Romero, directora de la sección femenina del club colchonero. El reconocimiento supone un hito más en la carrera de Santos, que aún dará mucho de sí, dado que tan solo tiene 24 años.
Inicios de superación
Hoy en día, cuando se habla de una mujer que juega al fútbol, con frecuencia sale a la luz alguna historia de superación. Si al binomio que forman la mujer y el fútbol se le añade que ella sea sudamericana, entonces la historia de superación se da casi por hecha. En Colombia, en concreto, la primera liga profesional se disputó en 2017. Ninguna niña lo tiene fácil allí para jugar al fútbol y, mucho menos, para vivir de ello de mayor. Si, además, la mujer que quiere jugar no vive en alguna de las grandes ciudades del país, el reto de convertirse en futbolista alcanza ya tintes épicos. Leicy Santos vivía en San Sebastián, un pequeño pueblo ubicado a pocos kilómetros de Lorica, que no pasa de ser una ciudad colombiana de provincias. No lo tenía fácil para dedicarse al fútbol, precisamente.
En el caso de Leicy, sus inicios como futbolista vinieron marcados por el apoyo de su familia y por la presión que pudo aguantar cuando apenas era una niña. Con respecto a lo primero, el sostén de sus padres fue clave en los inicios de la jugadora. Fueron ellos los que la llevaron a Bogotá, al ver el talento que demostraba al jugar con su hermano y con los amigos de este, así como con otros niños. Bogotá dista casi 900 kilómetros de Lorica. Allí, Leicy pasó la prueba y comenzó a jugar con el Besser Fútbol Club en 2009. Ante esa circunstancia, la familia lo dejó todo en Lorica y se fue con ella a Bogotá, confiando en su talento, para ayudarla a cumplir su sueño.
En Bogotá, su padre se empleó en la construcción y su madre comenzó a trabajar como asistenta doméstica. Ni que decir tiene que los inicios no fueron fáciles. Cuentan, incluso, que el padre estuvo a punto de tirar la toalla, dadas las precarias condiciones en las que vivían, pero el amor de su hija por el fútbol le hizo aguantar. La clave fue que la niña fue capaz de soportar la presión de haber marcado el destino de su familia.
Despegue en el fútbol
El momento clave en la carrera de Leicy Santos llegó tras muchos meses de trabajo en el Besser FC. En efecto, con motivo de un amistoso celebrado entre su equipo y la selección de fútbol sub-17, en 2012, llamó la atención del seleccionador Felipe Taborda. A raíz de aquello, fue convocada para jugar el Campeonato Sudamericano Femenino sub-17 de Bolivia. Leicy ya había metido cabeza en la selección y de allí no ha salido. De hecho, es la única futbolista colombiana que ha pasado por todas las categorías y que no se ha perdido ningún evento disputado por la selección de su país desde que debutó. Con la absoluta, jugó su primer partido en 2014 y fue clave en el buen papel de Colombia en el Mundial de 2015 y en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016.


De la selección al Atlético de Madrid
Resulta llamativo que Leicy Santos destacara antes a nivel de selección que a nivel de clubes. Ello se debe al hecho de que en Colombia, antes de 2017, no había liga profesional. Leicy, hasta 2015, siguió jugando con el Blesser Fútbol Club. Ese año, disputó la liga universitaria de Estados Unidos con el Iowa Central Community College. En 2016, de vuelta en su país, se enroló en las filas del Future Soccer.
Future Soccer era un club aficionado, pero para ese entonces ya se estaba gestando el inicio de la liga profesional en el país cafetero. En efecto, con la llegada de la Liga, los clubes profesionales se aliaron con los de aficionados locales para crear equipos de mujeres con los que participar en el torneo. Debido a eso, Leicy Santos se vio debutando en la competición con el Independiente de Santa Fé, en el que también jugaba Oriana Altuve. El primer año, la escuadra cardenal ganó el torneo y Leicy fue decisiva. Al año siguiente, cayeron en semifinales, pero la centrocampista ya había llamado lo suficiente la atención como para fichar por el Atlético de Madrid.
Prometedor futuro con el Atlético de Madrid
Con el Atlético de Madrid, Leicy jugó el pasado año veinte partidos y marcó cinco goles, antes de que la temporada se diera por concluida a causa de la pandemia de COVID-19. La jugadora estaba en el Atlético cedida, pero convenció a los dirigentes y técnicos colchoneros, que ejercieron su derecho a compra y desembolsaron 8.000 dólares por su pase. En ese momento, pasó a ser la primera futbolista colombiana en ser transferida al exterior. El pasado martes, abrió el marcador en el duelo que enfrentó a su equipo con el Servette suizo. Se convirtió así en la primera futbolista de su país en marcar en Champions. Leicy ya es el gran referente en el fútbol femenino colombiano y todo apunta a que aún está lejos de haber tocado techo.