Continúan los conflictos en el seno del Rayo Vallecano, a pesar de su buen hacer en la Liga Iberdrola. Por un lado, la directiva del club parece empeñada en dificultar el día a día de las integrantes de su equipo femenino. Por otro, las jugadoras se rebelan ante algunas decisiones que, de manera incomprensible, dinamitan su increíble buen papel esta temporada.
En efecto, un nuevo capítulo de ese enfrentamiento tuvo lugar ayer. Con motivo del partido de la Liga Iberdrola que las futbolistas del Rayo Vallecano disputaron ante el Barcelona, estas tuvieron que desplazarse en autobús un día antes. Para intentar evitar esto, las madrileñas habían puesto sobre la mesa la opción de viajar en AVE la mañana del partido, ahorrando gastos y esfuerzos. Ello hubiera posibilitado regresar, igualmente, en tren, y hubiera evitado llegar a Madrid de madrugada. Ante la negativa de la directiva a organizar el viaje de esa manera, varias jugadoras decidieron volver por su cuenta, costeando su viaje. Entrada ya la noche, el Rayo Vallecano emitió un comunicado en el que amenazaba con tomar medidas disciplinarias contra ellas por abandonar la expedición.


La ida, asumible, pero la vuelta no
El partido atrasado que el Rayo Vallecano tenía que jugar ayer miércoles en Barcelona, fue programado a las 17’00 horas. Madrid dista de Barcelona por carretera unos 620 kilómetros, lo que supone un viaje de unas seis horas y media. En AVE, el trayecto es casi cuatro horas más rápido y menos duro. Ante esas circunstancias, y dada la necesidad que algunas jugadoras tenían de llegar lo antes posible a sus domicilios a la finalización del choque, nueve futbolistas optaron por pagar de su propio bolsillo el AVE y regresar por ese medio. Otras cuatro hicieron lo propio con el avión y volvieron por vía aérea. Siete fueron las que acabaron utilizando el autobús del equipo.
Comunicado de madrugada
A la 1:30 h. de la madrugada, el Rayo ha hecho público un comunicado en el que acusa a las jugadoras que volvieron por sus medios de abandonar «sin permiso del Club la disciplina del equipo». En consecuencia, añade que se están estudiando estos hechos «en orden a esclarecerlos y en su caso adoptar las medias (sic) disciplinarias correspondientes, ya que, de confirmarse esta información, los referidos hechos constituirían un gravísimo acto de indisciplina por sí mismos, y a su vez agravados en estos momentos al vulnerar el protocolo de actuación para la vuelta de competiciones oficiales de ámbito estatal y carácter no profesional de la RFEF y en especial el punto III.1.2 de dicho protocolo, ya que el estricto cumplimiento del mismo es imprescindible para contener la propagación de la terrible pandemia que supone el COVID-19».
El referido punto III.1.2. del mencionado protocolo de actuación indica que «el distanciamiento social con cualquier persona (…) que no forme parte del equipo» deberá cumplirse cuando los deportistas viajen en medios de transporte colectivo. Se añade también que, además, deberán cumplirse las normas que hayan dictado las administraciones públicas para este tipo de desplazamientos. Las jugadoras podrán intentar demostrar que, a pesar de viajar en tren y en avión, el protocolo no se incumplió.
Continúan los enfrentamientos
Las polémicas no han parado en el seno del Rayo Vallecano desde el pasado verano. Entonces, las rayistas vieron como sus propios dirigentes retrasaban durante semanas el inicio de la pretemporada y congelaban la configuración de la plantilla. Posteriormente, las jugadoras han sufrido atrasos en los salarios, condiciones de viaje precarias, dietas incompatibles con los planes de nutrición de un deportista de élite y falta de material en los entrenamientos. Además, las medidas de los dirigentes del Rayo han ido más allá de ponerle las cosas difíciles a su propia plantilla. De hecho, por momentos, parece que han pretendido ir contra el conjunto del fútbol femenino, ya que equipos como el Sporting de Huelva y el Eibar han denunciado unas condiciones lamentables en sus visitas a Vallecas para jugar sus duelos de la Liga Iberdrola.
Convenio colectivo
El artículo 39 del convenio colectivo, dedicado al fútbol femenino, está centrado en la conciliación de la vida familiar y profesional. Dicho artículo establece que «ambas partes se comprometen a desplegar sus mejores esfuerzos para adoptar medidas acordes para conciliar la vida familiar y profesional de la futbolista». Queda por ver si en este nuevo conflicto prevalecerá el criterio de las jugadoras y se impondrá el espíritu reflejado en el Convenio, o si estas acabarán sufriendo represalias por su negativa a volver a Madrid en autobús.