Lezama fue inmune al temporal. Casi toda la jornada 15 de la Liga Iberdrola tuvo que ser suspendida por los efectos de la borrasca Filomena, que ha sepultado en nieve a media España, pero en la ciudad deportiva del Athletic Club el segundo derbi vasco de la temporada pudo disputarse, incluso sin lluvia. El equipo local estrenaba entrenadora, tras la destitución esta semana de Ángel Villacampa. El toledano fue víctima de la nefasta racha de su equipo. Le sustituía en el banquillo, por tanto, Iraia Iturregi, que hasta ahora dirigía al filial. Como futbolista, Iraia disputó 402 partidos con la camiseta del Athletic. Empezar su nueva etapa venciendo al Eibar no era tarea fácil. Las armeras se han revelado como un equipo descarado, rocoso y no exento de talento. Al final, las de Iker Dorronsoro se llevaron los tres puntos de la manera más dolorosa posible para su rival: marcando de penalti en el último minuto, cuando jugaban con una futbolista menos.
Dominio estéril del Athletic
Nadie lo hubiera dicho hace unos meses, pero en el duelo de la Liga Iberdrola entre el Athletic Club y el Eibar las necesitadas eran las primeras. Eso pareció reforzar el planteamiento de las guipuzcoanas, que no suelen tener complejos a la hora de ceder la pelota y el campo. En este caso, no cambió el guion y el conjunto armero saltó al césped con la idea clara de juntar dos líneas de cuatro en su terreno y esperar, buscando las contras y los errores del Athletic. Las vizcaínas, por su parte, cargaban con el peso de necesitar la victoria imperiosamente. Unir eso al hecho de tener que buscar el gol, moviéndose con el balón a través de una intrincada tela de araña, sin cometer errores para evitar contragolpes, puede llegar a ser una misión imposible. De hecho, en los primeros minutos pareció que la estrategia del Eibar iba a salir a la perfección, ya que las pupilas de Iker Dorronsoro gozaron de hasta tres claras ocasiones. En una de ellas, Kgatlana llegó a estrellar el balón en la madera. Pasados esos sustos, el Athletic Club logró, al menos, desactivar parte de la estrategia del Eibar. En efecto, las leonas lograron serenarse en defensa y no volvieron a sufrir. Sin embargo, la parte de lograr poner en aprietos a Noelia no fue tan bien. En ese sentido, el Athletic también fue de menos a más, pero su control no llegó a derivar en ninguna ocasión clara antes del descanso.


Mazazo al final y crisis mayor en la Liga Iberdrola
La receta para desactivar defensas intrincadas siempre incluye darle velocidad a la pelota. También avivar la presión. El Athletic Club salió aleccionado para atosigar a la SD Eibar, evitando a la vez que el juego directo de esta acabara teniendo éxito. En este sentido, las armeras volvieron a mandar un balón al travesaño al inicio de la reanudación. Los equipos que parecen agazapados siempre pueden dar un zarpazo, desde el primero al último minuto. Sin embargo, fue el Athletic el que gozó de más oportunidades en la segunda parte. Al meterle una velocidad más al juego, acorraló al Eibar en su área y gozó de bastantes ocasiones. Lucía García fue un verdadero quebradero de cabeza para las defensas eibarresas. Lo intentó por todos lados, tiró a puerta muchas veces y también puso buenos centros. Sin embargo, la oportunidad más clara de las leonas llegó de la mano de Gimbert, que estrelló un balón en el palo. Pese a todo, y aunque jugó un cuarto de hora con una futbolista más, el Athletic no logró marcar. Al final, además, todo lo que podía ir mal para las bilbaínas, fue mal. El Eibar se limitó durante la segunda mitad a sobrevivir, pero en el último minuto la incasable Kgatlana se sacó un penalti de la chistera y, lo que iba camino de ser triste para el Athletic, acabó en drama.
Gol de penalti, cuando expiraba el partido
En una jugada por la banda derecha, Kgatlana le ganó la partida a Moraza, que le hizo penalti junto a la línea de fondo. La pena máxima la materializó Sara Navarro (0-1, minuto 89).
Parón en la Liga Iberdrola
El Athletic no levanta cabeza. Lleva diez jornadas sin lograr la victoria. Si está cuatro puntos por encima del descenso es porque logró comenzar bien la Liga Iberdrola y porque, por abajo, hay otros equipos que, estando igual de mal, ni siquiera tienen esa renta. En su descargo, hay que decir que Iraia Iturregi apenas si ha podido trabajar con las suyas un par de días. El parón liguero le vendrá bien, de cara a cambiar la dinámica. El Eibar, por su parte, no tiene nada que cambiar. Partía como candidato a luchar por no descender y, cumplido ya casi medio campeonato, navega por aguas tranquilas como si fuera un veterano de la categoría. Su juego no enamora, pero tampoco lo pretende. Hoy asaltó Lezama, nada más y nada menos. Su temporada ya es un éxito.