Se va un 2020 que ha pasado con más pena que gloria para la mayoría de la población. Sus cosas buenas ha debido tener, claro, pero me atrevo a decir que, por lo general, no vamos a echar de menos este cambio de década que ha desestabilizado el mundo tal y como lo concebíamos. También la la Liga Iberdrola y todas las competiciones.
Pero lo cierto es que hemos aprendido de él al menos alguna que otra lección importante.
Dejadme que esta columna sea la más personal que escribo y que en ella deje mis deseos futbolísticos para el año nuevo, deseando en primer lugar que nos traiga de vuelta detalles a los que no hemos dado la importancia que tenían hasta que nos han faltado.
Pido a este 2021, sobre todo, que nos lleve de nuevo a los campos. Con cabeza, no pido que sea mañana mismo, pero sí poder ir con libertad y sin miedos a disfrutar de nuestras futbolistas, a compartir momentos con aquellas personas con quienes compartes mucho más que una afición. Que nos traiga la magia de saludar a los ídolos al finalizar el partido, aunque en mi caso me cueste largos ratos de guardias, me recompensa el premio que trae, que es ver la cara de mis hijas al hacerse la ansiada foto y conseguir una firma, en la liga Primera Iberdrola. Pero también en Reto y en Primera Nacional.
Que podamos animar al Santa y al Cáceres, en sus diferentes categorías si es en esta temporada. Y, por apuntar alto, en Primera los dos si es para la próxima. Si es por pedir, que no quede, que ya nos rebajarán.
Que podamos por fin saludar a Cindy y a Marta Unzué. Que no nos quede pendiente la visita al Rayo, esa la tengo anotada en rojo, como la franja de su camiseta.
Vivir de nuevo un derbi entre Sevilla y Betis y disfrutar del mismo, sea cual sea el resultado. Aunque tengo claro el que me gustaría ver en el marcador.
Ver una celebración de Jeni Morilla, con suerte, en Huelva, que ya echamos de menos a su gente.
Gritar con orgullo los goles de Ana Franco que, a pesar de todo, parece haberle sacado mucho rendimiento a este año. Cantar muchos tantos de Alba Merino, de esos que ganan partidos.
Volver a ver a Carmen Menayo jugar con el Atleti para dar un pase de los suyos, de los que pone bonito de cara al gol.
Que dejemos tranquilos a los ligamentos cruzados, por favor.
Dar un aplauso tremendo a la vuelta al verde de Virginia Torrecilla. Ese día no habrá colores en el partido.
Disfrutar del Barça en vivo y que se traigan la Copa que se vienen trabajando.
Que sea un año en el que no haya excusas para que todas y cada una de las futbolistas sean respetadas como deportistas profesionales y como trabajadoras.
Pero, sobre todo, que estemos todos. Y que estemos bien.
Felices fiestas a todos.