Por fin tenemos fecha de inicio para la Primera Iberdrola. Aunque se llegaron a barajar hasta cuatro fechas diferentes, todo apunta a que será el 4 o el 11 de octubre, como mínimo un mes más tarde de la fecha que se estableció en un primer momento. Reto Iberdrola lo hará el 18 de octubre. Esto obliga a comprimir al máximo la competición y a manejar con riguroso cuidado las fechas FIFA. ¡Menos mal que la Eurocopa femenina se retrasó por segunda vez y se disputará en 2022!
Podemos entender que la situación de por sí es complicada y que organizar este tipo de eventos requiere mucho tiempo, dedicación y cuidado. Pero si miramos al resto de grandes ligas europeas, vemos que una vez más nos sacan bastante ventaja. Ya en Francia, Alemania e Inglaterra la primera jornada de la liga femenina 2020/2021 se disputó el pasado fin de semana: 4, 5 y 6 de septiembre.
A pesar de todo esto, lo lógico sería estar contentas y contentos porque tanto Primera Iberdrola como Reto Iberdrola tienen fecha de inicio. Esto implica que por fin los equipos podrán ajustar los plazos y los objetivos de la actual pretemporada, que para la mayoría de los equipos está siendo extremadamente larga. Exceptuando el Rayo Vallecano Femenino, que aún no ha comenzado.
Después de superar todos estos inconvenientes, llegan el CSD y la RFEF y les hace otro “regalo” al deporte no profesional en España: un protocolo anti COVID-19 más que cuestionable. Para empezar, va dirigido a multitud de deportes, tanto femeninos como masculino. Y poco tienen que ver los unos con los otros: fútbol (sala), baloncesto, balonmano, voleibol, waterpolo y hockey, entre otros.
Además, no se exige que se realicen pruebas PCR antes de cada partido a las jugadoras y cuerpo técnico. Sin embargo, en el caso de hacerlo, el desembolso de las pruebas correrá por cuenta de los clubes ya que desde la RFEF se niegan a hacerse cargo de ese gasto. Uno que se estipula que será de unos 100.000 euros por equipo. Algo que todos sabemos es prácticamente imposible para la gran mayoría de equipos que participan en la Primera Iberdrola.
Por otro lado, en ningún momento se incluye en el protocolo a Reto Iberdrola, la segunda máxima competición del fútbol femenino español. Una que, cada vez, tiene mejores jugadoras y un mayor nivel. Una vez más, olvidada.
Cualquiera diría que desde los distintos organismos se está haciendo todo lo posible por ayudar al fútbol femenino. Más bien se siguen tapando los agujeros que surgen en una estructura que, ya de por sí, es bastante débil.
Afortunadamente, este protocolo aún no es oficial. A los clubes solo les queda esperar a que se publique el texto definitivo para poder estudiarlo y analizarlo con detenimiento. Mientras tanto, los seguidores del fútbol femenino podemos disfrutar del resto de grandes ligas europeas, imaginando cómo sería el nuestro si recibiese el apoyo institucional que allí reciben.