Llegó el momento decisivo de la temporada. La Liga Iberdrola toca a su fin y para muchos equipos los partidos ya son a vida o muerte. Este mediodía, en el Estadio Municipal Felipe del Valle de San José de la Rinconada (Sevilla), el Real Betis Féminas y el Rayo Vallecano se vieron las caras en un duelo a cara de perro para eludir el descenso. Ninguno partía de una posición desesperada, ya que las locales están protagonizando una segunda vuelta magnífica y han salido del hoyo donde estuvieron hasta mitad de liga. Las madrileñas, por su parte, están materializando una de las grandes hazañas de este año, dado que no han parado de sufrir problemas de orden interno en el club y, aun así, han logrado mantener un nivel bastante aceptable. Pese a todo, Betis y Rayo empezaron la jornada como los dos equipos que se asomaban al abismo desde más cerca. Una victoria era sinónimo de dejar atrás los fantasmas de un descalabro, casi de manera definitiva, por lo que se planteó, desde el pitido inicial, un choque tenso. Cualquiera pudo ganar, pero al final el 1-1 no le da la tranquilidad definitiva a ninguno de los dos. El punto será bueno o menos bueno en función de lo que hagan los demás implicados en la lucha por eludir el descenso.
La permanencia en la Liga Iberdrola, en juego
Uno de los principales problemas del Betis este año en la Liga Iberdrola ha sido la falta de conexión entre su mediocampo y sus delanteras. Durante el primer periodo del partido esa falta de entendimiento volvió a quedar patente. Jugando en casa ante rivales directos, además, las verdiblancas parecen acusar los nervios por la presión de tener que llevar la iniciativa. Esa circunstancia no ayuda a que fluya el juego entre las líneas que han de crear los goles. Ante ese atasco, el balón parado se convierte siempre en el mejor aliado. Por ello, ante el Rayo las jugadoras del Betis, además de intentar sin descanso llevar la pelota a las cercanías de Larqué, se afanaron también en generar oportunidades a partir de faltas y saques de esquina. Ángela Sosa, una y otra vez, colgó balones al área desde todas las posiciones posibles, intentando que alguno de ellos llegara a buen puerto. Finalmente, al borde del descanso los astros se alinearon y en una jugada embarullada, tras un balón colgado, llegó el empate bético. Antes, el Rayo había ido por delante en el marcador durante cerca de treinta y cinco minutos. Las madrileñas basaron su planteamiento en un juego directo, centrado en buscar rápido la espalda de la defensa bética mediante balones largos. Su estrategia pronto vio sus frutos, aunque más allá de la jugada del gol, sus acercamientos al área de Méline fueron casi inexistentes.


Más ocasiones, pero menos goles
Tras el descanso, espoleado por el gol psicológico marcado en la primera parte, el Betis redobló la presión e intentó darle velocidad a la pelota. Debido a ello, durante veinte minutos embotelló al Rayo en su campo y rondó la portería de Larqué, generando más sensación de peligro. Sin embargo, poco antes de llegarse al ecuador de la segunda mitad las béticas tuvieron que bajar el ritmo y entonces fue el Rayo el que pudo estirarse. Méline no había tenido que usar sus manos hasta ese momento, pero una providencial parada suya evitó que el Rayo se pusiera de nuevo por delante. Pasado el susto, el partido se rompió y vivió sus minutos de mayor interés. El Rayo tuvo otras dos ocasiones claras y el Betis también encontró más espacios en la defensa rayista. Durante la parte final del segundo tiempo cualquiera pudo marcar, pero el empate a uno no se movió del marcador.
Goles en la primera mitad
A los diez minutos de partido, una mala salida al fuera de juego de la defensa bética dejó en posición franca a Morató. La atacante rayista tuvo que escorarse y centró atrás. Tras un primer tiro a bocajarro bien detenido por Méline, Sheila empalmó el rechace y anotó el primer gol (0-1, minuto 10). Al borde del descanso, tras una falta sacada por Sosa se produjo un barullo en el área rayista. El mismo fue definido por Ana González (1-1, minuto 43).
Para Rayo y Betis no acaba el sufrimiento en la Liga Iberdrola
Tanto Rayo como Real Betis Féminas tenían hoy la oportunidad de dejar casi zanjada su continuidad en la Liga Iberdrola. Finalmente, ambos tendrán que seguir sufriendo. Las sevillanas encadenan una increíble racha de ocho partidos sin conocer la derrota. Sin embargo, cinco de ellos han sido empates, por lo que no han logrado aún poner tierra de por medio. Dentro de quince días, el derbi ante el Sevilla FC puede servir para lograr la salvación… o puede condenar al Betis a jugársela en casa ante el Dépor, otro rival directo. Por lo que respecta al Rayo, el cuadro de Carlos Santiso tendrá que recibir en Vallecas al Santa Teresa y al Logroño, en dos de las tres citas que le restan. Hoy demostraron que saben cómo jugar los duelos vitales. En definitiva, por la imagen dada hoy, por los puntos que llevan acumulados y por el calendario que les queda por delante, no es descabellado pensar que, a la postre, ni Rayo ni Betis van a necesitar para salvarse los dos puntos que hoy dejaron escapar.