Verónica Boquete hace años que no va a la Selección Española de fútbol femenino. Sin embargo, es una de las futbolistas más reputadas de nuestro país. De hecho, en 2015 fue una de las responsables del primer salto adelante que dio el combinado nacional. Hasta ese año, La Roja femenina jamás se había clasificado para una Copa Mundial Femenina de la FIFA. En Canadá 2015 sí estuvo. Sin embargo, la cita del debut se recuerda más por el plante posterior al campeonato, por parte de las veintitrés futbolistas españolas convocadas, que por el resultado, que no fue bueno. Quizás por esto, tras la eliminación, las seleccionadas hicieron pública una carta, en la que pedían la destitución del seleccionador, Ignacio Quereda, que llevaba veintisiete años en el cargo. También reclamaban una mejora de sus condiciones. La dejadez con la que se había preparado la cita, por parte del técnico, fue el detonante final que hizo saltar a las jugadoras.
Vero Boquete era la capitana de aquella selección. La carta tuvo consecuencias y el ansiado cambio llegó a tener lugar. En efecto, Quereda fue relevado por Jorge Vilda, pero Verónica Boquete, una de las cabezas visibles de la protesta, que tenía veintinueve años por aquel entonces, apenas si jugó con España un par de partidos más, en los seis meses siguientes, y despareció de las convocatorias para siempre.
La historia se repite
Vero Boquete sigue en activo. En 2015 jugaba en Alemania, y después ha pasado por Francia, China, EEUU e Italia. En la actualidad, milita en las filas de la ACF Fiorentina. Su pasado en la Selección Española, así como el hecho de que siga ligada de manera activa al fútbol femenino, han provocado que hubiera un cierto interés en conocer su opinión con respecto al conflicto, que enfrenta a quince jugadoras con el seleccionador, Jorge Vilda. En una entrevista con Eurosport, Boquete ha apoyado a las futbolistas, que piden cambios en la gestión de la selección nacional femenina de fútbol, con la idea de competir por objetivos importantes. También ha criticado las posturas de la RFEF y del seleccionador.


«Creo que es una situación que se repite, similar a la que vivimos en 2015, a la que se vivió en el pasado, en alguna otra ocasión, y a lo que se vive algunas veces en algunos clubes… Es un problema del sistema», ha afirmado la atacante. «Está claro que cuando algo se repite y las demandas siempre son las mismas, es que hay algo que no funciona como debería», ha añadido al respecto. La gallega considera que en España se ha pasado «de una época de maltrato hacia el fútbol femenino, a otra de dejadez, y a otra que puede ser de conformismo». Esto ha creado una sensación de «frustración» en las jugadoras, que puede estar detrás del conflicto actual.
Ambición por mejorar
Vero Boquete ha hablado de «crecer y de conseguir lo máximo», de «frustración» y de «frenos constantes», como detonante de la «demanda de cambios». «A unos les da igual lo que pase y los resultados, y las otras saben que hay un conformismo que es muy difícil de cambiar», ha zanjado. Para Vero, en la actualidad el profesionalismo en el fútbol femenino español es mayor. En el pasado, había menos profesionales. Por ello, «quizá la frustración se mantuvo durante más años y menos jugadoras, y ahora esos ‘más años’ se han reducido, y esas ‘pocas jugadoras’ se han ampliado. El fondo es el mismo». En la actualidad, el objetivo es ir a «ganar, no competir por competir. Es el salto que se está demandando».
Falta de dialogo en el fútbol femenino español
En su entrevista, Vero Boquete ha afirmado que el conflicto, «si no hay un diálogo sano ni intención de entenderse o querer llegar a un acuerdo, es muy difícil de solucionar». En ese sentido, no ha dudado en hablar abiertamente de Jorge Vilda, al afirmar que «el mensaje del seleccionador es muy claro y agresivo». También «el de la RFEF es bastante tajante y de falta de interés por solucionar este conflicto».
Vilda: «No es cuestión de posturas, es cuestión de defender un país»
Jorge Vilda, en la rueda de prensa posterior al partido del viernes contra Suecia, paso de puntillas por el tema del conflicto. La RFEF apoya de manera tajante al seleccionador, este se siente fuerte y ha decidido tirar para adelante con una nueva selección. «Yo siempre he trabajado con mucha paz y con la tranquilidad de tener una Federación que te apoya y te brinda recursos para que estas jugadoras se desarrollen profesionalmente, y una metodología que ha dado sus resultados. Me siento bien arropado por todo mi cuerpo técnico y las jugadoras están bien atendidas. Con esta tranquilidad llevo desde 2015», afirmó. Por tanto, no parece compartir, en absoluto, las demandas de cambio de mentalidad y de crecimiento de las jugadoras, ni parece estar dispuesto a modificar nada. El técnico destacó la «unidad» del grupo y aseguró que las jugadoras ahora seleccionadas «pueden competir contra cualquier rival». «No es cuestión de posturas, es cuestión de defender un país», fue su última conclusión. Parece que las soluciones al conflicto quedan lejos.
Declaraciones de las futbolistas
Con respecto a las veintitrés jugadoras que, en la actualidad, conforman la Selección Española, desde que inició la concentración hace casi una semana la RFEF no ha permitido que ninguna conceda entrevistas individuales a la prensa. El blindaje en torno a las futbolistas es total. Solo Esther González y Marta Cardona han podido hablar con los periodistas, durante la rueda de prensa previa y la posterior al partido ante Suecia. Tampoco las quince jugadoras que se rebelaron hace un par de semanas han hablado más. En ese sentido, Vero Boquete afirmaba en la entrevista que solo «falta que hablen las jugadoras». «Nos falta conocer su mensaje y escucharlas. No sé si llegarán a hablar o no, si prefieren hablar por privado con la Federación… pero a día de hoy, veo que están en puntos opuestos», concluyó la atacante.